16/12/12

5.-Sangre de su sangre



Lunes 14 de mayo de 3014, hoy es un dia perfecto, solo faltan dos dias para mi boda pero eso no es lo importante, hoy vamos a probar el nuevo componente en los animales de laboratorio. Tenemos 15 ratas, dos chimpances, tres gatos, cinco conejos y quieren que lo probemos con algun animal mas. Traeran uno desde Egipto, no sabemos si sera un cocodrilo o puede que un chacal, han sido bastante cripticos, solo han dicho “No os interesa”
Casi me da igual, me pagaran igual por el trabajo echo y nos marcharemos lejos a vivir. No me gusta trabajar para gente que no se muestra y siempre esta dando largas a cada pregunta.

No podria sumergirse mucho en sus pensamientos pues tenia mucho trabajo y solo un rapido vistazo a la foto sobre su mesa antes de coger la carpeta y levantarse arreglandose un poco la bata blanca y saliendo de su despacho.
El dia era extraño, habia echo sol esa mañana cuando habia llegado el cielo se habia encapotado y ademas algunos solitarios relampagos se habian visto aunque los truenos no se habian oido, como si los hubieran silenciado. En el hilo musical sonaba una melodia que no podia recordar de donde antes la habia oido, solo sabia que eran violines y puede que un piano.
Saludo a sus compañeros a medida que se cruzaba con ellos. Aunque estaba mas preocupado por lo que habia visto en las tablas sobre la prevision de la evolucion en la primera hora y no le gustaba, podria ir demasiado deprisa.
-Dime que este maldito parametro no es correcto y que hay algun error en la simulacion virtual.
-No, en la primera hora ocurrira eso. Pero el ADN que hemos usado como base para la simulacion es de humano, asi que no creo que a los animales les pase eso.  Lo que me lleva a ¿por que tenemos un grupo de sujetos humanos ya dispuesto para en cuanto terminen las pruebas? No somos dioses.
En las jaulas las ratas se apelotonaban contra los barrotes mirando al otro lado olisqueando lo que habia en el aire.
Ira, rabia y algo de desesperanza si se podia decir, pero tambien habia esperanza, para unos pocos.
Habia una posibilidad de que se pudieran salvar vidas si funcionaba el virus que habian creado. Los infectados por nauhala, una enfermedad que habia casi diezmado a los habitantes del mundo conocido, los hacia perder poco a poco la masa muscular hasta que solo quedaba pellejo y huesos y luego los huesos, como si se licuaran. Los pocos que no estaban infectados debian someterse a estrictos controles para que no infectaran, se los llevaban a los centros de contencion y dependiendo de su grado de infeccion se les inoculaba determinados medicamentos solo para paliarlos y cuando llegaban al ultimo estadio eran quemados para que el virus no se propagara, aunque las malas lenguas decian que se los quemaba desde el principio ya que nadie los habia vuelto a ver. Tal vez mentira o tal vez no, nunca habia habido pruebas.
-No lo comprendes, esta es una gran oportunidad para poder acabar con una plaga que casi acaba con nuestro mundo.  Si no la destruimos, todos moriremos, no quedara nada que nos pueda recordar. Si para eso hay que usar a algunos indeseables, se usaran y si mueren sera por el bien de todos los demas del planeta.
-Un discurso muy emotivo Doctor, pero bien sabemos ambos que a usted no le mueve el altruismo como a otros de sus compañeros.-Dijo un hombre con traje negro y gafas de sol mientras hacia un gesto a los que le acompañaban para que pasaran la caja hacia el interior del laboratorio.-Nos gustaria saber si podemos tener un pequeño pase de lo que nos espera en el principal con nuestro pequeño amigo.
-No creo que haya ningun problema, pero no creo que haya ningun frasco listo aun...
-No tiene que mentir doctor, tiene uno en la sala 9 con nuestro sujeto y por su bien mas vale que funcione por que hemos gastado mucho dinero en este proyecto.
Casi habia un gesto de resignacion en su mirada ante esas palabras, habia vendido su alma por dinero y tal vez prestigio. Habia que seguir adelante le gustara o no y ahora deberia dar la razon a su padre que le habia dicho que no iba a traer nada bueno trabajar para unos hombres vestidos de negro a los que no se les veia los ojos nunca.
Le temblaban las manos y casi no atinaba a poder sacar el contenido dorado con la fina aguja. Los ruidos que salian de la jaula tapada no le ayudaban mucho, no sabia que habia dentro y no sabia si... Cerro los ojos y respiro lentamente antes de girarse y ver lo que habia bajo la sabana que se movia en circulos en la jaula mientras sus ojos se clavaban en el.
-Cuando quiera doctor, no le tenga miedo, solo es un animal.
La aguja se clavo lentamente en su cuerpo entre el pelaje negro, tan ralo que no podria ser normal. Atraveso la carne y  luego el musculo donde alojo el liquido antes de retirar la aguja.
El animal se retorcio durante un segundo antes de cayera al suelo y comenzara su cuerpo a estirarse y retorcerse de tal manera mientras sus huesos crecias, su cuerpo se transformaba y sus garras comenzaron a desaparecer para comenzar a alargarse como dedos...
Retrocecido hacia la puerta.
-No podemos ser dioses-murmuro mientras veia lo que estaba ocurriendo ante sus ojos, la aberracion que se gestaba frente a sus incredulos ojos. Para girarse y salir corriendo por el pasillo dejando la puerta abierta mienras esa cosa gritaba algo que no comprendia.

20/2/12

La extraña que no conozco V


Inconsciencia es lo unico que pueden decir, absolutamente inconsciente. Sus signos por una maquina obligados, mantenidos en un punto que nunca pasaran, no pueden dejarla vivir, pero tampoco morir, es su salvoconducto.
Criada desde los cinco años en esa capsula. Consiguio escapar con quince y vivir una mentira. Hacia un par de años que la habian vuelto a capturar, un accidente y todo lo que vino despues. Ese maldito doctor metiendose por medio, no debia haber sido asi, no debia haber muerto.

Oscuras en la habitacion como en sus pesadillas cuando sus ojos parpadearon exactamente un par de segundos, se movian a mas velocidad mientras el cristal se quebraba, se resquebrajaba, mientras se rompia en mil y un pedazos. El liquido viscoso salio, mancho el suelo y recorrio un camino hasta los pies de aquel extraño que observaba desde la puerta.
El cuerpo floto hasta sus brazos, la abrazo mientras la quitaba el tubo que habia en su garganta.
Ahora puedes respirar por ti sola y el sol volvera a rozar tu piel -fue lo unico que susurro antes de girarse y marcharse. Poco importaban las balas si no te pueden rozar, poco pueden importar si antes de que salgan del cargador no han sido destruidas, explotando.

Sabanas de seda para una princesa dormida y que debia despertar, eso la esperaban en su casa en cuanto llegaran en el transporte. Un jardin lleno de flores y un acantilado desde donde ver la puesta de sol. Una casa donde poder vivir en paz si por fin los dejaban, donde por fin ser normales.
Se revuelve en sus brazos pero luego se tranquiliza asi debe ser, no la volvera  a fallar, nunca mas. Sasha....

El aire por fin entro en sus pulmones, abrio los ojos arqueando la espalda. Sujeto la sabanas que la cubrian, miro a todas partes, no lo  conocia. Estaba y se sentia pegajosa, la boca pastosa y...sonrio mientras notaba el aire que entraba moviendo los visillos de la ventana.
El suelo estaba frio, pero no la importo. Callo de rodillas al intentar levantarse, no la sostenian. Se agarro a la colcha antes de tirar para subir, para levantarse.

-No deberias haberte levantado aun- dijeron desde la puerta, vestido con unos pantalones azules vaqueros y una camiseta negra. Movio su brazo lanzandole contra la pared, no podia acercarse, estaba en peligro, ¿quien era él? ¿Donde estaba?
-Sasha- murmuro antes de levantarse y de limpiarse la sangre de la brecha de la frente.- Tranquilizate, no te hare daño, nunca se lo haria a la mujer que amo.

Comenzo a respirar con fuerza, con rapidez mientras todo en la habitacion comenzaba a flotar- Alejate de mi, no me llamo asi, no soy esa mujer que dices, no existo. Deberia estar muerta, deberia- Todo comenzo  a volar hacia él, golpeandole.

Comenzo a llorar mientras se acercaba sin inmutarse por los golpes o los moratones. Cuando la abrazo solo pudo sonreir antes de cerrar los ojos.- Ya estas a salvo mi amor, nadie te volvera a tocar, te lo prometo, nada volvera a pasar. Podremos ser felices. TE cuidare como debi hacerlo la primera vez...-Un beso antes de que comience a llover fuera, tormenta de verano o tal vez no.....

19/2/12

4.-Sangre de mi sangre.


Las miradas de la gente se clavaban hasta en el alma, aunque estos no eran realmente gente o puede que si, al menos podian hablar y podian andar sobre sus patas traseras. Un extraño escalofrio los recorrio a los dos a la vez. Los dos que se pararon frente a ellos para que no siguieran mientras uno la tiraba al suelo arrebatandola de la espalda que la cargaba. Lo que no esperaban era la reaccion, no callo de espaldas como hacian los niños de los humanos, giro en el aire y cayo sobre sus piernas que uso para impulsarse y para golpearle en el pecho desnudo con sus manos haciendole una herida mientras sus dedos se mancharon de un poco de sangre ya que no habia sido profunda.

-Es un engendro, debemos matarla. No es ni humana, ni felina...aberracion- era lo que se escuchaba entre las voces de los que estaban alli reunidos a su alrededor. La niña se levanto de donde estaba y los miro con sus ojos ambar mientras daba un paso atras hasta toparse con unas piernas amiga.

-Un Oraculo me dijo que la trajera, las Ratas han acabado con su asentamiento. Si ha sobrevivido a ellas, es que es un cazador como nosotros. Esta cubierta por la sangre de una de ellas y..-se  coloco para protegerla en caso de necesitadad aunque aun no sabia por que- Es Sangre de mi Sangre o eso ha dicho antes de desaparecer.

-Un oraculo, es imposible, nunca aparecen, nunca se muestran y si lo hacen solo son portadores de malas noticias. Ella es una mala noticia, debe irse, volver con los suyos- volvieron a murmurar mientras se apretaba contra el mirandoles asustada. Hasta que alguien dijo algo y abrieron camino para que pasara un anciano.

-Si ha dicho que ha visto un Oraculo, ha visto un Oraculo y si le ha dicho que la niña es importante, lo sera. Se criara entre nosotros como uno mas, conocera nuestras costumbre y hay de aquel que no la respete como a uno de nuestros cachorros, se sometera al juicio de los antiguos.
Todos miraron al anciano y asintieron levemente, mientras seguian mirandola con recelo, pero ya no era importante o tal vez si. El que la criaria, se la llevaba a su cabaña, las ratas se la hubieran llevado pensaba mas de uno, las ratas la hubieran matado, era un engendro mitad felino, mitad humano.

-No te preocupes yo te protegere- fue lo ultimo que dijo antes de desaparecer en su cabaña de adobe y cerrar la tosca puerta que los apartaba de los ojos del mundo. Lo que alli ocurriera seria solo cosa de dos. Posiblemente un baño y cambiarla de ropa, pero solo solo lo sabrian si saliera y tal vez no lo hiciera hasta que pasara un largo rato y el tiempo corria, el invierno se acercaba.

17/2/12

3.-Sangre de mi sangre




Era extraño para cualquiera que los viera desde la parte mas alta, sobre la colina donde los restos humeantes  de lo que una vez fueron el hogar de uno de los pocos humanos que aun poblaban la Tierra, tal vez se hubieran sorprendido mas por que uno de ellos no era humano aunque se pusieran a dos piernas o lo que quieran que fueran sus estremidades traseras.

Ella le miraba con curiosidad, con los ojos ambar que la habian  dado, bendicion o maldicion aun no lo habia averiguado. El simplemente no sabia que hacer, se sentia muy incomodo en esa situacion, no sabia que hacer y las historias que le habian contado sus ancianos no ayudaban a que se sintieran mejor.
Cazados por ellos, o como animales de compañia, pero esos eran los mas afortunados, por que otros simplemente eran llevados a lugares donde les miraban y les tiraban comida como si no supieran cazarla.
Dio un paso atras para alejarse por donde vino, estaba seguro que no podia llevarsela y mucho menos cuidarla. Ella ni se movio de donde estaba, se levando de donde estaba y le miro mientras el viento levanto la tierra que habia a sus pies durante unos segundos llevandola con algunos petalos secos hacia donde estaba el. No se iba a parar.
-Deberias llevartela-replico una voz cascada por la edad. Alli habia un hombre encapuchado
apoyado en un nudoso baston que se curvaba en la punta. Su ropa, algo ajada no dejaba mucho por ver salvo el morro alargado de color negro del que solo asomaba la punta.

Dio un respingo, era uno de los Oraculos, habia oido hablar de ellos, pero creia que eran simple cuentos para complacer a los niños y a los ancianos. Estaba acariciando el pelo a esa niña o lo que quiera que fuera la humana.
-Creo que deberias llevartela, tiene un destino que esta entrelazado con el tuyo.
-No se por que deberia llevarmela, es una humana y eramos simplemente animales para ellos, nos cazaron, nos mataban por diversion.
-Seria un buen momento para olvidar rencillas y comenzar a curar las heridas.
-No, que los carroñeros se ocupen de ella, si es el destino el que quiere que viva, que la cuide el mismo
Se dio la vuelta y se alejo de alli, con paso firme antes de que...
-Es Sangre de tu Sangre.
Se giro y le miro mientras negaba y luego miraba a la niña.
-Llevatela, cuidala y cuando llegue el momento sabras que hacer, claro que si no quieres llevartela no habra ningun problema, la cuidare yo mismo a pesar de ser un anciano. No vivire mucho pero lo suficiente para tenerla cuidada.
La rodeo con sus brazos y hizo que le siguiera andando alejandose de alli pesada y trabajosamente.
-Me la llevare, pero no me hago responsable de lo que la ocurra en mi tribu, ellos no comprenderan tus palabras.
-Pero los designios si, alguien te apoyara.

Se marcho dejando a la niña y al felino alli de pie uno frente al otro mientras sonreia bajo los pliegues de la capucha. Si supieran que realmente no tenian eleccion
Su pequeña mano se aferro a la suya  con suavidad antes de que comenzaran andar alejandose de alli con tranquilidad. Lo malo seria pasar el rio, lo peor seria explicar por que uno  tendria que estar con ellos.
-Me has metido en muchos lios hoy.
-Los mismos que anoche tuvistes con el oso que cazaste
La miro con extrañeza como si quisiera decirla algo, no podia saberlo, era imposible, la noche era tan cerrada que hasta a ellos casi les costo atrapar al oso.
-Sube a mi espalda - es lo unico que dijo para cruzar el rio. Aunque bien la valdria un baño, con lo cubierta de sangre que estaba y la sangre apestaba como...Ratas...malditas fueran.
Si fueran de su tribu los buscarian y exterminarian su nido has que no quedara ninguno de ellos, pero no era nada suyo por mucho que ese Oraculo dijera.
-Tengo hambre-dijo a su oido mientras apoyaba su cabeza en su hombro
-En casa
-No tengo casa, la destruyeron esas cosas con ojos vidriosos y negros. Cuando sea mayor las matare a todas.
-No podras, son demasiadas para poder acabar con todas.
***
Un click, todos los dias era igual, comenzaba a sonar esa cantinela a la misma hora, y la Vidente decia que los antepasados hablaban por ella y mostraban lo que habia ocurrido hacia mucho.

No sabian de donde venia la voz, solo que era masculina, bastante joven tal vez. Que hablaba con demasiadas palabras que no conocian y ademas bien podria ser mentira.

-Tenemos que ir a la plaza, la Vidente ha preguntado por ti.
-Dile que he salido a buscar a esa niña entre los esclavos y los cadaveres.

Era mentira pero no quiera ver a la bruja.  Odiaba a esa mujer desde que mato a su madre por que se interponia en que fuera la Vidente, su madre si habia tenido los poderes que esa  vieja no tenia y que solo usaba el miedo de los demas asi como el poder de su protegido que solo usaba el poder que habia robado para su propio beneficio, engordando en el trono de huesos y pieles de sus enemigos.
Camino hacia los campos de prisioneros, los oia gemir de panico sabiendo que no habia esperanza, que nunca mas verian la luz del sol y ademas cuando llegara el momento moririan bajo sus dientes. Seguro que los pocos que quedaban de los anteriores seguro que se lo habian contado, siempre dejaban que vieran como morian.
-No la hemos encontrado, no esta entre ellos, tampoco entre los cadaveres. Tuvo que quedarse entre los medio devorados en la cueva.
-Bueno pues la diremos a la Vidente que esta en un lugar donde no puede serla util.
-No creo que la Vidente...

Su garra chorreaba sangre mientras su corazon aun latia en su mano. Y una sonrisa malvada en su rostro. Miro al resto que se dieron la vuelta y se marcharon a su trabajo.
Nadie le iba a decir lo que tenia que hacer, y nadie iba a impedir que consiguiera y consumara su venganza.
-Esta maldita escoria la mato y se la echo a comer a los que estan infectados-murmuro al oir pasos y se giro a mirar a una de esas aduladoras.-diselo a la vidente, no queda ni rastro  y lo he ejecutado por no haber cumplido lo que le pedi.
Mentir era facil, habia mentido toda la vida y ahora mentiria mas si fuera posible, solo para conseguir el fin que perseguia.

7/2/12

La extraña que no conozco IV: Primeros atisbos


Esa noche la luna llena iluminaba el cielo, ninguna nube lo cubría. El taxi aparco en la puerta y de el bajo una exhuberante rubia con un vestido de infarto sobre unas sandalias de tacon. Sonrio antes de entrar y de echarse el pelo hacia atras.
Camino hacia la mesa donde el maitre tomaba los nombres y le dijo cual era el de su acompañante. Amablemente la llevaron hasta la mesa, ya estaba sentado.
Siento llegar tarde pero mi coche tuvo un percance y tuve que llamar a un taxi. 
Leonard, crei que iba a tardar menos. Prometo luego compensarte.
Ël solo niega, levantandose y besandola la mano. 
-No te preocupes, ya que hayas aceptado a tener esta velada es mas que suficiente para mi.
Una dulce sonrisa recorre su rostro antes de sentarse y coger la carta aunque delega en él para la elección de la cena. Van por los postres  y lleva un rato sudando, mientras le mira con la copa de vino en la mano, fijamente. Se levanta 
-Voy al baño, enseguida vuelvo.
No le da tiempo ni a contestar cuando se lleva una mano a la cabeza y otra al pecho antes de comenzar a sangrar por la nariz. Una convulsión antes de quedar inerte.
La ambulancia llega enseguida, esta muerto. Le llevan al hospital y la policia le toma declaracion a los presentes, nadie sabe que ha pasado.
Un nuevo taxi que la lleva a su casa. Saca las llaves al llegar y sube las escaleras de entrada al portal con tranquilidad. Un ruido detras, en el rellano, se gira con rapidez y...
Lo que habia alli no se esperaba eso. Ahora esta contra la pared sujeto por nada mientras le mira y la pistola que portaba le apunta en el aire.
-Es mi ultimo trabajo, asi se lo diras 
Un Bang en el aire, olor a polvora en el momento que la puerta del apartamento se cierra. El cuerpo cae al suelo muerto, con expresion incredula.
El agua se lo lleva todo hasta los recuerdos. Hasta la sangre que te salpica.


Sonó el despertador. Se giro en la cama para poder mirarle dormir, sonrió y le dio un beso antes de levantarse.  Una ducha rápida antes de vestirse y bajar a preparar el desayuno.  Hacia un buen día, brillaba el sol.  El café estaba recién hecho, solo había que calentar la sartén. Mientras se hacían las tostadas, termino de preparar los huevos revueltos y el zumo.
La mesa estaba lista, cuando quisiera que bajara. Recogió un poco la cocina y el salón, tenia que poner una lavadora.
Llamaron a la puerta, debía ser el cartero. Miro por la mirilla, antes de abrir manteniendo la sonrisa.
-Buenos días Señorita Reynolds, la traigo una carta certificada para su novio. Si me firma aquí por favor Cogio el boligrafo antes de mirar el papel, pero parecio que había  raro 
A esas horas tenia que haber alguien en la calle, ni un  ladrido del odioso perro de los Scotts Solo imaginaciones suyas. Firmo, cerro la puerta y la dejo sobre el recibidor 
Un poco mas y se enfría replico al oir como bajaban las escaleras.
-Tienes una carta, espero que no sea de tu trabajo o te matare
Se rie  besándola abrazandola por   la cintura. 
-No te libraras de llevarme a comprar supermercado, así que 

   Se llevo la mano a la cabeza, la estaba doliendo, hacia mucho que no la dolía asi Cerro los ojos y se apoyo en él. Un frio liquido, espeso estaba en sus labios. Sabia a hierro, sangre, sangraba su nariz. Se la limpio como pudo mientras seguía con el dolor.
Sus ojos estaban negros, no tenia nada mas que pupila. Todo a su alrededor estaba volviendose  borroso, hasta el hombre que la tenia entre sus brazos 
Un paso atras pero no podia andar. Algo en su garganta, aspero y rugoso que no la dejaba tragar y la hinchaba los pulmones,  golpeo un segundo lo que la mantenia cerrada. Vibro, solo vibro antes de que sus pulmones se llenaran de un gas. Era como un olor a rosas, pero no eran rosas...por sus poros, por su nariz Sumiendo la de  de nuevo  en la oscuridad 
Abrio los ojos estaba en el sofa
-Estoy bien, solo me dolía un poco la cabeza, sabes como es esto. No te preocupes Adam,, se me pasara en cuanto salga de esta casa.



5/2/12

La extraña que no conozco III:El pasado te encuentra

Esa mañana estaba lloviendo. Había pasado la noche llorando. No sabia aun por que. Tal vez por que había decidido que no podía seguir así.
  
Un trueno suena en la noche despertandola, se incorpora en la cama y mira por la ventana. El mar esta revuelto, maldita epoca de tormentas, pero tener playa nada mas salir a la terraza era lo que importaba. Se levanto y camino con mucho cuidado por la alfombra para no despertar a su acompañante. La dolia el cuello, una mala postura tal vez.
Encendio la luz del baño y se miro al espejo tras lavarse la cara, sonrio antes de secarsela y de apagar las luces. Bajo al piso de abajo hasta llegar a la cocina,tenia ganas de comer algo. Tal vez un helado o tal vez solo un zumo.

  Sentada en una banqueta en el porche con un vaso de helado de cheesecake, con la cuchara hundida en su superficie mira como cae la lluvia. Una fina cortina que poco a poco refresca mas el ambiente y... Sonrio al oir pasos.
-No eres nada sigiloso, creo que deberias tener mas cuidado al tropezar. 
Gira la cabeza y mira al hombre que hay detras en ropa interior. 
-¿quieres un poco? Le ofrece un poco de helado y cierra los ojos al sentir su abrazo.

-Te he echado mucho de menos. Espero que no tengas que volver  a irte otra vez o me enfadaria mucho 

Solo niega besandola en la cabeza, sin soltarla. Algun dia me tendras que contar en que trabajas, pero no ahora. Acaricio su mano con suavidad antes de comer otra cucharada de helado.
Simplemente era perfecto, su pequeño paraiso.

Una llamada de teléfono del hospital, había pasado algo, pero no querían decírselo. Sabia que era, no tuvo que preguntar nada, las miradas lo decían todo. Lo que tocaba estaba condenado a ser destruido. N o había nada que la atara, ni a su pasado, ni a su posible futuro.
Sobre el puente esperando a que solo la idea no fuera un sueño, cerro los ojos y callo...
Como un pájaro con las alas rotas desde lo alto del puente de metal hacia el agua quieta del mar. Dicen que siempre se ven las imagenes de tu vida pasar delante de ti, pero no esta vez, no había vida que recordar, ni un nombre, nada, solo la culpa de que un buen hombre había muerto por su culpa.
El impacto contra el agua, la corto la respiración antes de hundirse en la oscuridad. Sus pulmones gritaron pidiendo oxigeno, pero no hizo amago por subir. Sabia que no podía, se había roto algo en la caída. Solo una sonrisa cruzo su rostro antes de que el ultimo grito de su cuerpo se perdiera en la oscuridad de su mente . Alli no había nadie, ya no existía y  cuando la encontraran ya averiguarian quien era. Solo encontraría paz, la que necesitaba para que fuera olvidada.
Olvidar la  Organización, olvidar al doctor, olvidar ni siquiera que existió realmente y que no era un sueño, olvidar las muertes que había causado...
Los brazos de la parca la abrazaron llevándola a su oscuro reino ahora descansaba entre las algas del fondo en un ataúd viviente con peces como gusanos hasta que fuera reclamada de nuevo por la tierra donde había caminado.

Dicen que siempre encuentras lo que buscas, en este caso también, aunque no de la manera que esperaba. Caminaba por un centro comercial mientras compraba algo de ropa, ni vio la inmensa mole que iba por el pasillo, tenia que llegar al aparcamiento pronto habia quedado que el doctor la recogería para ir a casa, una pareja extraña decían los vecinos.
-Lo siento- replico mientras intentaba recoger las bolsas que se la habian caido y reparo en sus ojos, en su boca, en...le conocia pero no sabia de donde.
Surgieron chispas, de eso podrian estar seguros ambos.
-la culpa es mia no se preocupe- su voz, fuerte y potente hizo que se estremeciera durante solo un segundo antes de sonreir y de ver como Patrick al final habia decidido ir a buscarla.
-Gracias pensaba que iba a tener que llevar luego la compra del supermercado al coche sola una pequeña broma siempre se sentia a gusto con el gastandosela desde que habian cambiado de ciudad, de casa y se ocultaba de todos, para que no la encontraran.
Solo una mirada de nuevo antes de marcharse por el pasillo, le conocia, sabia que le conocia y sabia muy bien que esa voz la habia oido en otro lugar solos los dos, pero entonces tenia su verdadero rostro no el que ahora tenia.


2.-Sangre de su sangre

El humo que se estaba condensando en la cueva, la estaba atontando y el calido liquido que estaba cubriendola la daba nauseas, habia escupido lo que fuera que habia tragado. Aparto el cuerpo que aun seguia caliente sobre ella dejandolo a un lado y saliendo a gatas de lo que habia sido su hogar.
Estaba amaneciendo, fuera tambien habia fuego, toda la cosecha que no se habia recogido, estaba arrancada y quemada, los pequeños graneros que habia escapados en tierra o en la roca estaban abiertos y su contenido robado o desperdigado por el suelo. Los cadaveres mordisqueados estaban por todas partes, pero faltaba gente.
Callo al suelo de rodillas conteniendo sin mucho exito las lagrimas, golpeo el suelo, no hubo respuesta de el, como tampoco hubo respuesta de sus padres, no habia nadie estaba sola y eso significaba la muerte. No habia ni un grupo mas de humanos en kilometros a la redonda, solo de ellos y no aceptarian a alguien como ella, los habia visto como los miraban desde el otro lado y eso era desprecio, tendria que cuidar de si misma, tendria que acabar con todo esto y tendria que sobrevivir lo suficiente como para llegar a otro grupo. Habia mas, su madre venia de uno y algunas de las mujeres habian ido a otro para volver con sangre  nueva, si, sobreviviria, era una guerrero.
Levanto la mirada al oir como alguien venia corriendo y su mirada se cruzo con sus ojos ambarinos durante un segundo, mientras le observaba. Olia a sudor, olia a sangre, si tenia aun sangre seca en su pelaje y su pecho se movia con rapidez mientras la observaba, si el le parecia a ella un espectaculo dantesco, ella a el, seguro que tambien se lo parecia.  Espero mientras veia como sus labios se movian y no parecian decir ningun sonido hasta que escucho con claridad
-¿quien eres? ¿ que ha pasado?- su voz profunda la dio seguridad y tranquilidad, no podia estar segura de nada mas, el la protegeria, no sabia por que, ni como pero lo haria.

***

El sol esa mañana no parecia de un dia otoñal, calentaba como el sol del verano. Habia salido de la tosca cabaña de adobe nada mas notar los rayos y se tumbo como hacian sus antepasados disfrutando del dia al menos hasta que llegaron los cachorros. Todo entonces cambiaba y habia que marcharse.
Miro al cielo, las nubes se movian tan perezosas, su rabo se movio un segundo, tal vez un acto involuntario o tal vez su propia mente como si espantara moscas.  Cogio la lanza que estaba apoyada a un lado de la cabaña y se marcho caminando, puede que hubiera suerte y atrapara a uno de esos esquivos antilopes, su carne era tan sabrosa en esta epoca.
-Ten cuidado- dijo alguien a sus espaldas el viejo Shaman que se movia sin ayuda a pesar de estar ciego.- Los espiritus me han dicho que se ha derramado sangre. Pero no de quien
Solo pudo sonreir antes de girarse y marcharse, no sabia si podia creerle o no, simplemente habia que continuar adelante.
Un suave viento recorria la pradera moviendo la seca hierba con suavidad como si fuera un mar infinito a los ojos del que le mirara. La hierba acariciaba sus piernas cubiertas de un fino pelaje atigrado mientras olfateo el aire, sangre. El viento cambio y le llego el olor del humo, carne quemada. Sus poderosos musculos le impulsaron hacia donde procedia, saltando las rocas y subiendo la abrupta ladera hasta llegar a la cumbre y ver que ardia al otro lado del rio. El Shaman tenia razon habian derramado sangre y puede que hubiera supervivientes o no, en su interior pugnaba lo correcto y lo que le habian enseñado.
Sacudio la cabeza y bajo hacia el rio, sabia por donde cruzar sin mojarse mucho y se le llevara la corriente. Cuando llego al otro lado escucho un suave golpe, casi imperceptible para cualquiera pero habia ocurrido.
Una niña viva, cubierta de sangre, grotesco espectaculo tan grotesca como ella ¿como podian vivir sin pelaje?
Sus labios temblaron antes de poder hablar y preguntar con voz profunda.
-¿quien eres? ¿ que ha pasado?-  la respuesta podria ser muy variada o ninguna pero solo sonrio.

***


La noche habia sido fructifera, los humanos que quedaban vivos eran llevados a la madriguera donde ya no verian la luz del sol. Otros llevaban los cuerpos sin vida de los mas  fuertes y sanos para ser devorados. No faltaba ninguno de sus guerreros, habia sido una buena caza, mejor que la de los felinos.
Sus dientes manchados con la sangre de su primera victima, a la que habia arrancado un trozo de cuello para beber su caliente y pastosa sangre.

El sonido del tintinear de los huesos hizo que se girara y viera a la anciana Vidente que se movia ayudada por un grupo de sus locas sacerdotisas. Olisqueo el aire y dijo algo entre chillidos aun recuerdo de sus antepasados antes de hablar.
-¿son todos?- pregunto aun entre chillidos, mientras sus ganchudos dedos atrofiados por la edad y casi sin pelo le intentaban coger de la pechera.
-Si, menos los muertos que no pudimos atrapar.-replico casi con miedo, sabia lo que la maldita bruja habia echo a algunos que la habian molestado a ella o al actual jefe.
-Eso espero, busca una niña entre las vivas, tiene que tener los ojos como los gatos, sino esta, busca entre la comida que habeis traido y si tampoco esta- se callo y no supo como su hocico se pego al de el con tal rapidez que le hizo hasta daño-vuelve arriba y traeme el cadaver.

Se giro y se alejo entre el tintinear de los huesos contra su piel curtida y ya casi despoblada de pelaje tal vez como su cabeza que ya no regia de ninguna manera. Buscaria y si no estaba diria que la habian devorado, no queria volver a salir, los carroñeros posiblemente ya estarian devorando los restos que habian dejado.
-Falta uno de los guerreros- digo alguien a sus espaldas.
-Pues si esta muerto sera por estupido. Seguid adelante y cerrad la puerta ahora.
No iba a esperar a ningun estupido que aprendiera la leccion y si le matan, desde luego no seria una gran perdida.
Una taimada sonrisa recorrio su rostro cuando la puerta se cerro antes de que el primer rayo de sol siquiera llegara a tocar el infecto agujero que llamaba hogar.